viernes, 20 de enero de 2012

¿Que por qué Gorki?

Automática está compuesta por tres figuras, dispersas por el mundo y de estatura media. La representante londinense, quien suscribe estas líneas, allá por 2005 trabajaba en una librería de segunda mano en Edimburgo, Armchair Books. Un día, mi compañero Barthy (que ahora desentierra minas antipersona en Afganistán) cogió un Penguin Classic de Gorki y me explicó que era uno de sus autores esenciales, junto con Evelyn Waugh. Yo confesé que no había leído nada de él,  que sabía que había escrito La Madre y algo de teatro, pero nada más. Entonces Barthy puso esa copia en mis manos y me invitó a gozar de una de las mejores historias que él jamás había leído. Era Infancia, y de esta manera me metí de lleno en el mundo de Gorki. Devoré en muy poco tiempo Infancia y Por el mundo, pero encontrar Mis universidades resultó imposible. Tuve que esperar varios meses hasta que apareció en la librería una copia, de nuevo en edición de Penguin Classics, y por fin terminé la trilogía de las trilogías. Me río yo de Star Wars.




Abuela Akulina bailando con el Gitanillo


Alekséi Maksímovich Péshkov, «Maksim Gorki» (Imperio Ruso 1868 – URSS 1936) es una de las grandes figuras de la literatura rusa. Huérfano desde muy temprana edad, durante su juventud recorrió Rusia desempeñando trabajos de toda índole, algo que le permitió adquirir una particular comprensión del espíritu de su época y de su país. Más adelante, obras como Los bajos fondos o La madre lo convertirían en el «amargo» portavoz de las nuevas ideas que hervían en lo más profundo de la sociedad rusa. Gorki mantuvo una extraña relación con las estructuras de poder de la nueva URSS, que lo condujeron desde el activismo de su juventud, al exilio en Capri y, finalmente, a retornar «triunfalmente» a la patria, su última jaula de oro de la que ya nunca podría escapar. Infancia, primera entrega de su trilogía autobiográfica, es para muchos la obra maestra de Gorki, aquella en que se zambulle por completo en la vida y sociedad de la Rusia zarista. Un relato crudo y veraz que nos abisma a un mundo en el que la brutalidad, la belleza y la inocencia se entremezclan hasta el extremo de llegar a confundirse.

Os invito a descubrir uno de mis libros de referencia, de toda la vida, a partir del 13 de febrero. (Y, a lo largo de 2012, Por el mundo y Mis universidades).


viernes, 13 de enero de 2012

En el principio era el Libro: nace Automática Editorial


Un buen día, en mayo del año pasado, se gestó lo que sin duda va a ser una de las iniciativas literarias más interesantes del recién estrenado 2012: Automática, una editorial joven, independiente, con alguna que otra tendencia kamikaze e impulsada, única y exclusivamente, por una desbordante pasión por la buena literatura, por el texto capaz de conmover y, en consecuencia, de hacernos pensar, odiar, amar, reír o llorar; aquel que, en definitiva, nos invita a vivir.

Nuestro nombre surgió casi por casualidad, como algo provisional, pero poco a poco  ha ido encarnando el carácter mismo del que queremos dotar a nuestro sello editorial, volviéndose un símbolo de nuestra intención de sernos fieles, al margen de tendencias puntuales o de cálculos comerciales. De modo que aquí estamos, Automática Editorial, dispuestos a llenar las librerías españolas de títulos increíbles y, en su mayoría, completamente desconocidos en nuestro país.

Pero, ¿qué nos identifica? ¿Qué nos hace únicos? Bien, para empezar, Automática somos tres seres humanos, muy diferentes, con trayectorias, circunstancias y gustos completamente dispares, a los que une un amor/necesidad de buena literatura que roza la obsesión. Esta particularidad nos ha llevado a explorar géneros muy variados, como la novela biográfica, la de terror, la ciencia ficción, el micro-relato y, por supuesto, la narrativa en sentido más general. Para continuar, no nos da  miedo arriesgarnos, y no lo hemos pensado dos veces antes de embarcarnos (a pesar de la tormenta) en esta aventura empresarial. Lo cierto es que creemos en lo que estamos haciendo, principalmente porque creemos en Maksim Gorki, en Fernando Arrabal, en Marghanita Laski, en Julien Green, en Daniil Jarms, en Ruskin Bond y en muchos otros por venir, todos excelentes escritores, algunos jamás publicados en nuestro país, otros extrañamente olvidados. Y no solo creemos en ellos, también amamos sus obras. Ese, y no otro, es el motor que impulsa este proyecto: nuestras ganas de compartir con vosotros esos títulos que de un modo u otro, a veces a carcajadas, otras a golpe de cincel, nos han cambiado y han ido enriqueciendo nuestra visión del mundo.